miércoles, 27 de julio de 2011

Foo Fighters en Madrid


La banda del archiconocido ex-bateria de nirvana aterrizaba en Madrid presentándonos en directo los temas de su último albúm Wasting light y todos sus grandes éxitos.

Después de 4 meses de espera desde el día que salieron a la venta las entradas, en el ambiente se podía mascar las expectación por ver en directo a una banda que llevaba más de diez años sin visitar nuestro país. Gente de todo tipo y de todas las edades reventaban los aledaños del Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid y hacían presagiar llenazo. El momento había llegado y había que disfrutarlo.

Con una puntualidad británica, a las 22.00, la banda salía al escenario para darlo todo. La puesta en escena fue bastante sencilla, pero los que ahí estábamos no buscábamos extravagancias, queríamos escuchar rock y no nos defraudaron (sin entrar a valorar temas comerciales o de puritanos del rock).

El público gritaba y empezaba a sonar Bridge Burning (siempre estaré agradecido a la acústica de este recinto). Siguieron con Rope y uno de los temas más esperados de la noche, The Pretender. Desde ese momento todos fuimos conscientes de lo que allí estaba pasando. Mientras tanto, Dave Grohl nos explicaba que su último álbum estaba grabado en el garaje de su casa a la antigua usanza, digno de admirar en estos días del todo vale. Le siguió My Hero. Definitivamente, nos tenían en el bolsillo. No daba tiempo a respirar entre tema y tema, y así siguieron derrochando calidad y energía con Learn to Fly, White Limo y Break Out. A todo esto, nuestro amigo Dave nos deleita con unos de los sonidos más peculiares de la noche, un eructo cervecil digno de estudio.

Siguieron Stacked Actors, donde uno de ellos se precipitó al público sin pensarlo dos veces, Miss the Misery (demostramos que como el público español no hay ninguno), Walk, Dear Rosemary, Skin and Bones y These Days. Llegados a este punto, suena uno de los temazos de la noche, Best of You, grande muy grande, no nos cansábamos del ooooooohhhhh oohh ohh. Y por si no teníamos suficiente, All my life. El grupo estadounidense se retiraba del escenario y la gente repasaba en su cabeza qué temas imprescindibles faltaban para redondear esta noche de rock.


Transcurridos unos minutos, aparecía Dave en las pantallas. Sin sonido, pero muy explícito, nos tranquilizaba con una manita. Sí señor, otro regalo en forma de cinco canciones más. Nada más salir al escenario de nuevo, Dave quiere tocarnos la fibra sensible con esta frase: “Si hubiera estado aquí diez años antes, estaría cagado. Pero, ¿Sabéis qué? ahora me siento como si estuviera en casa”.

Después del momentazo, una versión acústica de Wheels. Lo recuerdo y se me ponen los pelos como escarpias...Le siguió Times like theseYoung Man Blues , Tie your mother down (cover de Queen), This is a Call y , por último, Everlong.

Conclusión: emoción, satisfacción y gratitud. No todo los días se puede disfrutar de un concierto de rock de casi 3 horas. Lo dicho, gracias por brindarnos una noche tan especial y larga vida a Foo Fighters!

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